
Me pasaría horas y horas mirando por esta ventana mágica que tengo en frente de mis ojos y que se llama ¿ordenador?... pero no puede ser, porque sino mañana alguien me tendrá que aguantar los párpados en el trabajo... Y aunque ahora no es la hora que marca este precioso reloj, lo subo para recordarme a mi misma que el tiempo pasa y que ¡ya es hora de ir a dormir!