Estuvieron tejiendo el suéter, de cuello alto, día tras día durante dos meses a pesar de saber que la jirafa nunca aceptaría llevar el jersey.
A eso si que se le llama un acto de amor.
Os invito a visitar la obra de estos dos artistas japoneses que, con un toque de humor, hacen reflexionar a los espectadores sobre muchos rituales sin sentido de la vida diaria.