¡Cómo mola! La semana pasada fui a mi trabajo enfundada en una falda cañera de cuero negro, y al final de la jornada, hora de esparcimiento coleguil, saqué mis cinco agujas y me puse a tricotar calcetines caladitos tipo traje regional, mientras le dábamos a la sinhueso. Impactó, claro. Y no te cuento cómo impactaría si vieran esta imagen, que claro que vale más que mil palabras (o que diezmil). Seguid buscando tesoros, chicas, que vale la pena.
¡No me extraña que se sorprendieran Lindamariquita! Y es que las faldas de cuero cañeras con agujas y lana no cuadran aún en nuestra sociedad! Pero por suerte las cosas van cambiando. Aunque muy poco a poco. A mi aún me da un poco de vergüenza ponerme a hacer ganchillo cuando voy en transporte público, sobretodo si es en metro. A alguien más le pasa???
Lindamariquita y Nunurina, muchas gracias por vuestros comentarios, que sabemos que siempre estáis ahí... ¡Y nos encanta!
Años 80. Polonia. Un buen amigo, vestido de marinero, haciéndose una bufanda milcolores en un vagón de tren. Por supuesto, desfiló por su lado todo el pasaje, y hasta le hicieron fotos. Después de eso... perdamos el corte a sacar la aguja, después de todo, ¿quién no ha llevado sobre su piel una prenda tricotada? Por cierto, enamoradita me tenéis de vuestros perritos. Mis niños no saben cuál pedirse, y es que ellos se creeen que de mis manos puede salir cualquier cosa, como si fuese tan fácil, ¿no? De nuevo mi enhorabuena.
¡Cómo mola!
ResponderEliminarLa semana pasada fui a mi trabajo enfundada en una falda cañera de cuero negro, y al final de la jornada, hora de esparcimiento coleguil, saqué mis cinco agujas y me puse a tricotar calcetines caladitos tipo traje regional, mientras le dábamos a la sinhueso. Impactó, claro. Y no te cuento cómo impactaría si vieran esta imagen, que claro que vale más que mil palabras (o que diezmil). Seguid buscando tesoros, chicas, que vale la pena.
Es una pasada de imagen!!!!!!
ResponderEliminar¡No me extraña que se sorprendieran Lindamariquita! Y es que las faldas de cuero cañeras con agujas y lana no cuadran aún en nuestra sociedad! Pero por suerte las cosas van cambiando. Aunque muy poco a poco. A mi aún me da un poco de vergüenza ponerme a hacer ganchillo cuando voy en transporte público, sobretodo si es en metro. A alguien más le pasa???
ResponderEliminarLindamariquita y Nunurina, muchas gracias por vuestros comentarios, que sabemos que siempre estáis ahí... ¡Y nos encanta!
Muak
Años 80. Polonia. Un buen amigo, vestido de marinero, haciéndose una bufanda milcolores en un vagón de tren. Por supuesto, desfiló por su lado todo el pasaje, y hasta le hicieron fotos. Después de eso... perdamos el corte a sacar la aguja, después de todo, ¿quién no ha llevado sobre su piel una prenda tricotada? Por cierto, enamoradita me tenéis de vuestros perritos. Mis niños no saben cuál pedirse, y es que ellos se creeen que de mis manos puede salir cualquier cosa, como si fuese tan fácil, ¿no? De nuevo mi enhorabuena.
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