

Recubrir un skateboard de punto puede ser un buen regalo para un chico, sobretodo para aquellos a los que le guste ir descalzos. Al fin y al cabo, la sensación debe ser parecida a la de andar por encima de una alfombra. Eso si, en movimiento.
Quizás las ruedas no hace falta tejerlas, aunque puede ser que estén hechas a prueba de patosos... ;)
Y a nosotras nos gustaría también como regalo ¿verdad?
Estos forman parte del fantástico trabajo de Emmanuelle Esther.