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Hay veces que en la calle me taparía los oídos para no oír el ruido de los claxons, el bullicio del tráfico o el estridente sonido de las ambulancias al pasar... Quizás en esta imagen de los 60 está la solución: gorros de ganchillo orejeros para amortiguar la contaminación sonora, sí señor.
Por cierto ¿con qué los rellenaban? ¿con papel de periódico?
Vía Lily of the valley (Flickr).
Qué chulos!!!!!!
ResponderEliminarBesitos
gogoche.blogspot.com
Són bonitos, però la entrada anterior... me encanta!! Igual algun día me animo ha hacerlo yo!!!
ResponderEliminarNos vemos!!
Originales, bonitos y además deben ser calentitos calentitos. ¡Me encantan!
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